Ingresamos a las 6:20 de la mañana y el revoloteo de mariposas (en mi estomago) comenzó a manifestarse, al pasar por el puesto de control y caminar rumbo al acceso a la pista no coordinaba el pensamiento eran excesivos los recuerdos vividos aquí y entre la obscuridad que aun cubría la pista rodeada de una bella arbolada, dejamos las mochilas atrás del perpetuo barandal que marca la frontera entre el espectador y el atleta.
Mis tenis tocaron la pista y de inmediato la suavidad del tartan y ese aroma tan característico que todo atleta nunca olvida me saludaban mientras un místico trote me invitaba a tomar la primera curva mientras intentaba articular palabra mientras le narraba a David parte de algunos eventos vividos en este mítico ovalo.
Después de unos minutos iniciamos cada uno su entrenamiento y mientras me cambiaba los tenis para mi sesión de Farlek (trabajo de intervalos ) el sol despuntaba iluminando tenuemente la pista y tome unos minutos y disfrute del amanecer antes de poner el crono en marcha.
Cada una de las repeticiones que marcaba sobre el carril 2 tomaban fuerza una tras otra y fue cuando “La Promesa se cumplió” pues hace 24 años en este mismo recinto había pactado que al cumplir los 40 seguiría siendo corriendo o estando en forma, y hoy que doy fin a este entrenamiento en este lugar donde me inicie, y en 3 años pase momentos inolvidables de mucho aprendizaje y fue aqui que logre el pase a los primeros juegos nacionales siendo un niño, hoy cierro mi preparación para mañana competir en el nacional de masters en Puebla.
A punto de marcharme al culminar mi aflojamiento pregunte por el profesor Miguel Ángel Sánchez quien fue el que me inicio en este increíble mundo del atletismo y hace mucho tiempo no sabía de él y cuál fue mi sorpresa que estaba en la pista a uno metros de mi, más perfecto no podía ser, el destino me ponía frente a frente con este maestro que hoy en día dirige la selección nacional de Caminata.
El profesor reunió al grupo de marchistas y me pidió lo acompañara al final de la pista y sin esperarlo me presento ante su pupilos les narro mi desempeño como atleta juvenil , en verdad estaba sorprendido y no supe que decir cuando me pidió que les dedicara unas palabras, y solo dije “Hagan todo lo que él dice y tendrán momentos increíbles increíbles como atletas pues es un gran entrenador” al final me despedí de él con un gran abrazo y le di las gracias por todo lo que hizo por mi desde aquel día que lo conocí en una competencia inter escolar donde aun recuerdo sus primeras palabras diciéndome ¿Te gustaría integrarte a un equipo de atletismo? y a la semana siguiente ya formaba parte de un equipo que marco para siempre mi forma de ser.
Y es así como la promesa está cumplida y hoy comprendo algo muy y sencillo que este gran maestro nos decía en la montaña. “Ser atleta señores es para toda la vida”
en este mismo lugar hace mas de 20 años
Con el profesor y su grupo de atletas
1 comentario:
Saludos mi estimado Hector!!!
Muy buenos recuerdos y que bien por tu "promesa cumplida", ya llevas los añitos corriendo y los que faltan.
Recibe un gran abrazo amigo!!!
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