En las veredas de la isla
felices en el mirador
Hasta sesión de caballitos
Definitivamente fue una rodada maravillosa y mágica, desde que abordamos el ferry y acomodamos las bicis en el ya todos estaban ansiosos por pedalear.
Al llegar a la isla solo se hicieron los últimos preparativos y chequeos de las bicis y una familia rento un carrito de golf para disfrutar también de la isla y fue muy padre pues hasta nos cuidaron, también sirvió como carro de prensa, pues la novia de Alberto estuvo dedicada a la reseña fotográfica, que pronto subiré también, solo espero a que me pasen los cds de las otras cámaras y así podrán disfrutar de todas las fotos que están padrisimas.
La rodada no tuvo contratiempo alguno más que una pequeña ponchadura de una de las damas que nos acompañó y que en definitiva disfrute arreglando, porque en verdad se le poncho en un lugar con una vista maravillosa.
Todo mundo agarro su ritmo y hubo muchos lugares que rodamos todos juntos pues las pausas que hacíamos cada
La ultima parte de la rodada fue sensacional pues agarra uno un par de bajaditas que animan a cualquiera, y entre varios nos echamos unos buenos sprints y terminamos algunos haciendo una magnifica contrarreloj amistosa.
Después cruzamos el centro de la isla por las calles mas coloridas que caracterizan esta isla caribeña y terminamos el recorrido en una playa que sin duda me atrevo a decir es la mas bella que conozco por acá.
Y por supuesto llego la hora del convívio y en un pequeño restaurante nos juntaron unas mesitas y los cocteles de camarón, y los cebichitos de manera inesperada se unieron con nosotros.
Desafortunadamente yo tenía que trabajar y como a la 1 de la tarde los deje a todos disfrutando.
Gracias a todos por su buena vibra y ojala que esto pueda ser cada semana y hagamos de ese grupo más mucho más grande de lo que ya es.
Nos vemos en la próxima
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