El recorrido, que por una promesa inició hace más de 40 días desde la metrópoli, lo concluirá mañana en Acanceh, donde nació –Reflexión- Apoyo e indiferencia.
Un ambicioso proyecto que surgió del inquebrantable deseo de cumplir una “promesa”, está a punto de cristalizar cuando un singular caminante llegue a Acanceh después de recorrer a pié los aproximadamente 1854 kilómetros que hay entre la metrópoli y esa localidad, a donde espera llegar mañana por la noche o la madrugada del domingo.
El “solitario caminante” como lo identificaron algunos habitantes de las poblaciones por las que pasó, salió de la metrópoli hace más de 40 días y llegó ayer a Umán, donde fue entrevistado brevemente por un reportero del Diario.
Con escaso “equipaje” –de unos 25 kilogramos-, vestido con ropa ligera y zapatos tenis y cargando una banderola para hacerse notar en el camino y no ser atropellado, el también militar recién retirado comentó que durante su travesía aprovecho reflexionar sobre algunos temas de actualidad.
El entrevistado de 40 años de edad, quien pidió no ser identificado hasta llegar a Acanceh, comentó que durante su largo recorrido se ha “topado” con personas de buena voluntad que desean que cumpla su promesa, pero también con otras que a pesar de mostrarse indiferentes ante su propósito, atentaron contra su integridad física.
El esfuerzo que realiza ha disminuido su peso en ocho kilogramos, pero no su ánimo por llegar a Acanceh.
Hasta ayer por la mañana se encontraba a la altura de la hacienda “Poxilá”, a escasos kilómetros de Umán, donde pernoctará en casa de uno de sus familiares para salir mañana temprano con dirección a esta ciudad y, así, sumar 1554 kms. de su recorrido.
Estima llegar a las 8 horas a Mérida y, tras visitar una tumba –no mencionó de quien-, en el Cementerio General y descansar unas horas en casa de unos familiares suyos que viven en la colonia Santa Rosa, iniciará por la tarde la última etapa de su recorrido.
Fuente: Diario de Yucatán, Viernes 5 de Diciembre de 1986.
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